La zona en la que se inserta el huerto de la Asociación de Huertos Familiares Torreblanca se muestra como una colección de diferentes estados de una ciudad, como si se hubiesen interrumpido los desarrollos de las manzanas en procesos dispares. Así, podemos encontrar en un mismo cruce de calles un solar en el que se acumulan los escombros, promociones de viviendas paralizadas dejando ver el interior desnudo de grandes estructuras de hormigón armado, edificios de oficinas con grandes paños de vidrio, un colegio, un parque.
El parque Hacienda San Antonio aparece como el lugar de redención para la dureza del asfalto y el hormigón. El lugar en el que la naturaleza tiene cabida. Sin embargo, podemos comprobar que el catálogo de estados continúa también aquí: un parque, un huerto, y un descampado.
En el interior del recinto del parque Hacienda San Antonio, junto al barrio de Torreblanca, encontramos una zona reservada para el cultivo hortícola. Este modesto huerto creado por la Asociación de Huertos Familiares de Torreblanca se ha convertido sin pretenderlo en uno de los lugares con actividad más interesantes de la zona, por el claro contraste que ofrece con sus alrededores inmediatos. Trabajado diariamente por sus hortelanos, es uno de los proyectos más valorados en los presupuestos participativos del 2011, contando actualmente con un proyecto de ampliación de la zona cultivada, sumando más de 30 a las 78 parcelas existentes.
La comunidad de hortelanos la componen mayoritariamente vecinos de Hacienda San Antonio y Torreblanca, disponiendo de una parcela de naturaleza controlada en una zona en la que la naturaleza ha sido anulada más allá del parque Hacienda San Antonio. La Asociación de Huertos Familiares de Torreblanca utiliza estas parcelas, estando vinculados además al huerto del polideportivo de Torreblanca. Esta comunidad de hortelanos, con sus labores diarias, representan una inesperada actividad que destaca por su sencillez frente a los grandes edificios de oficinas cercanos, y por su productividad y autogestión frente al parque en el que se inscribe.
Entre las labores realizadas destacan una serie de talleres infantiles, con parcelas reservadas para ello, y unas charlas mensuales sobre biología aplicada a la gestión del huerto. Una de las iniciativas más importantes ha sido la instalación de un sistema subterráneo de riego programable mediante electroválvulas, abastecido con un pozo. Sin embargo, desde su instalación se encuentra en desuso debido a que el recinto no cuenta con acometida eléctrica para la puesta en marcha. Es por esto que una de las grandes reivindicaciones de la comunidad es la concesión de esa electricidad que tan necesaria les resulta para mantener las parcelas con el nivel de calidad que la infraestructura les ofrece.