Con más de 10.000 habitantes, San Jerónimo es un barrio con un potencial increíble, pero también con una realidad difícil. Con una tasa de personas sin estudios superior en un 50% a la media municipal, las tasas de paro también superan en casi un 50% las tasa media local, mientras que el nivel de renta está por debajo de la media, así también la superficie de las viviendas. A pesar de haber superado el aislamiento de décadas pasadas, San Jerónimo es una de las zonas más desfavorecidas de la ciudad, necesitada de respaldo y atención. Existe riesgo de exclusión social, problemas de drogradicción, violencia de género, etc., y el barrio ha sido recientemente calificado de actuación preferente. Llevar la intervención de iluminación artística del barrio a las puertas y al interior de las asociaciones es una forma de bajar a la tierra e incorporar la realidad del lugar y sus historias cotidianas a través de los relatos silenciosos que comunican estos espacios y sus puertas. El mensaje fundamental es el alto grado de compromiso ciudadano de las personas de este barrio y sus asociaciones, como demuestra la labor de Por un Futuro de Esperanza.
Fundada en el año 1987, Por un Futuro de Esperanza ha llevado a cabo desde su fundación intervenciones de carácter integral, dirigidas no sólo a personas drogodependientes, también a sus familiares y al entorno inmediato donde se desarrollan sus vidas. Su labor también ha estado dirigida hacia el trabajo preventivo con la población en situación de alto riesgo social de la zona. A lo largo de todos estos años, la labor de esta entidad se ha visto ampliada y consolidada gracias a la colaboración de un equipo técnico.
Por un Futuro de Esperanza desarrolla dos programas, uno va dirigido a la Atención de drogodependencias, y el otro va dirigido a la Prevención de Drogodependencias. Con el programa de Atención detectan y contactan con personas drogodependientes del barrio, así como con grupos en situación de alto riesgo social. Intentan acercar al drogodependiente a los recursos existentes (públicos/privados, específicos/inespecíficos), así como apoyarlo tanto a él/ella como a su familia en todo el proceso (desintoxicación, deshabituación, incorporación social), haciendo consciente a la familia de la necesidad de implicación durante todas las etapas.
El fin último de esta asociación es conseguir la incorporación social de aquellas personas que inician tratamiento libre de drogas, y facilitar la normalización y la incorporación social de aquellas personas que no inician tratamiento de desintoxicación. Con el programa de Prevención pretenden abordar problemáticas familiares, sensibilizar al barrio con los problemas de la juventud, fomentar un espacio joven (de información, reunión…) y fomentar el asociacionismo juvenil, haciéndolos partícipes de la vida del barrio (en la foto una clase de patinaje, una d elas muchas actividades que organizan para jóvenes).
Para la teranga, Por un Futuro de Esperanza va a promover la participación de los jóvenes con los que trabaja en la gymkhana que pasará por todas las asociaciones. El día 22 a las 17.00 también han organizado una visita a Los Reyes Magos. Gracias Mercedes y José por vuestra incorporación pese a lo difícil de las fechas y los tiempos tan ajustados que contamos para organizar la jornada de convivencia y puertas abiertas.
Fdo. Paula V. Álvarez.